PLAYA DE ESQUINZO, SECRETO DE FUERTEVENTURA
La Playa de Esquinzo es uno de los tesoros mejor escondidos en el Norte de Fuerteventura. Ubicada al final del barranco de Esquinzo, y con las montañas de Tindaya detrás, se encuentra una playa de arena dorada, piedras negras, aguas turquesas y acantilados de origen volcánico, hacen de Esquinzo una playa muy especial.
Además, como todo en la vida, el camino hasta llegar al destino final es precioso, con montañas áridas de un lado de la ventanilla, y aguas oceánicas por el otro lado.
Mi consejo es que incluyas esta playa en tu lista de imprescindibles de Fuerteventura.
1. Cómo llegar a Playa de Esquinzo
Ubicada en el Noroeste de Fuerteventura, playa de Esquinzo es un imprescindible si estás alojado en las zonas de Corralejo o el Cotillo. Nosotros fuimos a visitarla nuestro primer día y no pudo sorprenderme más, en especial los contrastes que ofrece el paisaje durante todo el camino, montañas volcánicas por un lado, playas de arenas dorada y aguas turquesas por el otro, ¿estamos en otro planeta?
Para llegar hasta Playa de Esquinzo desde Corralejo hay que tomar la carretera FV-1 en dirección al pueblo de Lajares. Tras cruzar el pueblo, seguiremos las indicaciones hacia la localidad de El Cotillo, donde tomaremos un camino sin asfaltar que sale a la izquierda, en frente de la Estación de Autobuses. Desde aquí se tarda 15 minutos en recorrer los 6 kilómetros que separan el Cotillo de Esquinzo, a pesar del buen estado del camino, es aconsejable ir con precaución, pues hay varios baches durante el trayecto.
Al incorporarnos a esta carretera, podemos ver que las playas están señalizadas, por lo que no tienen pérdida alguna.
Durante el recorrido, se pasan por diversas playas muy apetecibles: Playa del Castillo, Piedra Playa o Playa del Águila, las cuales disfrutamos a la vuelta parando a ver el atardecer.
No hay servicio de bus hasta la Playa de Esquinzo
2. Parking en Playa de Esquinzo
Si os guiáis por el GPS, veréis que para acceder a Esquinzo os dice que hay que dejar el coche en mitad del camino, y luego continuar andando, pero la realidad no es así. Del camino principal, salen ramificaciones, que si bien no están en tan buen estado, nos conducen hasta la playa de Esquinzo sin mucha dificultad, donde podremos aparcar en una zona de tierra habilitada para ello.
Desde la carretera se ven las múltiples furgonetas de surferos aparcadas, por lo que te servirán de orientación.
3. Playa de Esquinzo
Una vez aparquemos el coche, un sendero nos conducirá hasta la orilla de la playa.
Con forma de herradura y una longitud de 300 metros, Playa de Esquinzo recibe al visitante con una imponente vista desde sus acantilados. Esta playa es frecuentada por numerosos surferos que quieren disfrutar entre las olas, pero también entre algún amante de playas que quiere tumbarse en la arena dorada y pegarse un refrescante baño en el océano.
Llama la atención los cantos rodados negros que salpican la orilla de la playa y las pequeñas dunas que se han formado a los pies de los casi 15 metros de altura de pared.
Para protegerse de los fuertes vientos que acechan sobre la isla de Fuerteventura, los isleños han construido con piedras superpuestas, semicírculos donde poder ponerse a refugio del viento, mientras se sigue disfrutando del sol y de las vistas. Si ves un refugio libre, no lo dudes y hazte con él, el viento puede resultar realmente molesto.
4. Atardecer en Piedra Playa
El camino de vuelta lo hicimos por un sendero que va más pegado por la costa y con más socavones que el principal, pero más bonito. Decidimos parar en Piedra Playa a ver la puesta de sol, ¡fue alucinante! Había oído que los atardeceres en las Islas Canarias son especiales, pero hasta que no vives uno, no sabes de lo que te están hablando.
Flanqueados por una construcción de piedra, vimos ponerse el sol entre vuelos de gaviotas y el murmullo del mar, sin duda, uno de los mejores atardeceres de Fuerteventura.
5. Molino de Lajares
En la isla de Fuerteventura los molinos de viento han pasado a formar parte del paisaje, creando postales de ensueño. Si bien en la actualidad no están en activo, en el pasado fueron muy importantes en el desempeño de la economía de la isla, utilizando como motor los fuertes vientos que acechan de manera constante a Fuerteventura.
De los 1.000 molinos que se estima que hay en Fuerteventura, 800 se dedican a la extracción de agua, y 200 a la molienda del cereal. Sin embargo, no todos se encuentran en el mismo estado de conservación, siendo los molinos de Tefía, Villaverde, Lajares, Llanos de la Concepción, los más bellos.
A nosotros el molino de Lajares nos pilló de sorpresa volviendo de Playa de Esquinzo, y como buena sorpresa, nos encantó, y lo pudimos disfrutar con los últimos minutos de luz.
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