TREKKING: RUTA DEL CARES
La Ruta del Cares recibe cada año a casi dos millones de personas de todo el mundo, y no es para menos, ya que es una de las rutas más espectaculares y accesibles de Picos de Europa. Conocido por muchos autores como la “Garganta Divina”, transcurre entre las localidades de Caín (León) y Poncebos (Asturias) a lo largo de 11 km.
Un poquito de historia antes de comenzar
Para poder acceder a la central hidroeléctrica de Camarmeña – Poncebos y realizar así las diferentes actividades de mantenimiento, había que abrir un acceso entre la roca. Así surgió la Ruta del Cares, pero no fue fácil su construcción debido a la orografía que presentaba. De hecho, se necesitó dinamita y cuerdas desde las que se suspendían los obreros contratados.
Si estáis pensando en hacer la Ruta del Cares debéis tener una serie de cosas en cuenta:
Ahora que ya estáis para comenzar la ruta, ¿qué nos vamos a encontrar a lo largo de este sendero excavado en la roca?
La verdad que la Ruta del Cares no tiene pérdida alguna, es un sendero perfectamente habilitado y señalado en todo el camino. El único punto donde se bifurcan dos senderos es al inicio, que veremos el puente de la Jaya, el cual va a dar a la subida del Naranjo de Bulnes, pero mejor para otro día.
Este primer tramo es el más intenso, pues hay una subida que no da tregua hasta llegar al punto más alto del Sendero, Los Collados. Desde este punto encontraréis unas vistas espectaculares de todo el desfiladero.
Tras Los Collados, viene un descenso, para después llanear durante la mayor parte del recorrido.
Sin daros cuenta, el sendero y el desfiladero comienzan a estrecharse, dejando una serie de túneles excavados en la roca a su paso. Llegados al Puente colgante de los Rebecos es una señal de que Caín está cerca. Este tramo final de la ruta es particularmente más bonito que el anterior, además cada vez se ve más cerca el Río Cares.
Una vez en Caín es momento de descansar un poquito para reponer pilas y volver a retomar el camino de vuelta a Poncebos. En la localidad de Caín podréis rellenar las cantimploras gratis en la fuente que tienen, así como comprar algo de comida si vais hambriento.
Refrescarse también es una opción, y no con una Coca Cola, si no dándote un chapuzón en el Río Cares para quitar un poquito el calor que se acumula durante el camino.
Es una ruta sencilla, el sendero es fácil y debidamente señalizado, aún así no hay que olvidarse que estamos en un desfiladero de gran altura, por ello cuidado al asomarse a los bordes.
Llevar calzado apropiado, vais a andar durante varias horas.
Meted agua en la mochila, eso sí contad con que en Caín podréis rellenar las botellas, por lo que tampoco carguéis en exceso.
En un día con mucho sol os recomendamos llevar gorra, sobre todo al inicio del recorrido desde Poncebos, apenas hay sombras, ¡y es subida!.