SALVADOR DE BAHIA EN 48 HORAS
Salvador de Bahia , como primera capital colonial de Brasil, tiene mucho que ofrecer al visitante. En ella se combina arquitectura colonial portuguesa, cultura afrobrasileña y costa tropical.
48 horas en Salvador dan mucho juego, aunque es imposible ver toda la ciudad, al menos, hacerse una idea de todo lo que puede ofrecer.
Salvador de Bahia en 48 horas
1. Iglesia de Nuestro Señor de Bonfim
Aunque solo estéis 48 horas en Salvador, la Iglesia de Bonfim debe ser una de vuestras prioridades. ¿Qué tiene de especial? El contraste de la arquitectura rococo y neoclásico, con las cintas de vivos colores. Según la tradición, los fieles han de poner una cinta de colores, y atarla tres veces a la verja, mientras pides tres deseos.
Esta iglesia es un ejemplo de la influencia portuguesa en Salvador de Bahia, y es que, si habéis visitado Oporto, encontraréis muchas similitudes. Los pasillos del interior de la Iglesia de Bonfim están decorados con los típicos azulejos blancos y azules, a través de los cuales se puede aprender un poquito de la historia de Salvador.
2. Casa Rio Vermelho
Antes de visitar Bahia, hice una de las cosas que más me gustan antes de visitar un país, leerme libros ambientados en el destino. Tuve la suerte de que cayera entre mis manos un libro del famoso escritor baiano, Jorge Amado: Doña Flor y sus dos maridos. ¡Qué maravilla de lectura! Jorge Amado consiguió plasmar a la perfección el día a día de Doña Flor en el barrio del Pelourinho, la gastronomía baiana así como sus principales festividades. Si estáis pensando en visitar Bahia, no puede faltar ese libro en vuestras manos.
¿Por qué os cuento ésto? Porque en Rio Vermelho se encuentra la casa en la que Jorge Amado, y su mujer, Zélia Gattai vivieron durante 40 años. Hoy en día, se ha convertido en un museo, donde se puede entrar y observar las diferentes estancias, su biblioteca, jardines y sentir el amor y el arte, que se respira en la casa de una las parejas más queridas.
La entrada tiene un coste de 20R$ (5€) por persona, aunque si vais los miércoles el acceso es gratuito.
3. Farol da Barra
El Farol da Barra fue el segundo faro que se construyó en todo el continente americano, y es que no olvidemos, que Salvador de Bahia fue capital de Brasil y había un gran tránsito de barcos. Su nombre real es Farol de Santo Antonio, pero al estar ubicado en el barrio de Barra, se le empezó a conocer así.
En realidad el faro está compuesto por la torre de luz y una fortaleza que puede ser visitada. Sin embargo, el Farol da Barra es famoso por ser uno de los mejores sitios para ver el atardecer en Salvador.
4. Elevador Lacerda
El ascensor de Lacerda fue el primer elevador urbano del mundo, de ahí que sea uno de los iconos de la ciudad de Salvador de Bahia. Se construyó en 1863 para conectar las partes inferior y superior de Salvador, hasta entonces había que realizar el trayecto andando.
En la actualidad, se puede usar el ascensor por tan solo 0,15 R$, y poder contemplar las vistas desde la cima: la Bahía de Todos los Santos y el Mercado Modelo.
5. El Pelourinho
El centro histórico de Salvador de Bahia se conoce como el Pelourinho. Este barrio es una especie de museo cultural al aire libre, en el que poder ver numerosas iglesias, arte urbano, casas de la época señorial y con suerte, música en directo.
En Salvador bromean con que la ciudad cuenta con 365 iglesias, una para cada día del año, pero la verdad es que hay muchas más, ¿os atrevéis con todas? Si tenéis que elegir solo una iglesia para entrar, sin duda reservar la Iglesia de São Francisco, conocida también como la iglesia del oro, ¿por qué será? Os dejo la intriga para que lo descubráis.
Una de las cosas que más me gustó en mis 48 horas recorriendo Salvador de Bahia, fueron los murales que hay pintados por diferentes fachadas de la ciudad, en especial en la zona del Pelourinho. Para verlos lo mejor es dejarse perder entre las calles y aparecerán ante vosotros.
6. Rio Vermelho
Tuve la suerte de visitar el barrio de Rio Vermelho en uno de los días más importantes para los baianos: el día de la diosa del mar o Iemanjá. A lo largo del día, la gente lleva ofrendas a la casa de la diosa del mar, para más tarde ser trasladados por los pescadores a las profundidades del mar en sus barcas de pesca. Hoy en día, las ofrendas son generalmente rosas, pero años atrás se tiraba cualquier objeto al mar, parece que poco a poco se han ido concienciando sobre qué arrojar al mar y qué no.
En la playa de Rio Vermelho, diferentes grupos religiosos llevan a cabo rituales sagrados en honor a su diosa. La verdad, que es un día para vivirlo, es bastante complicado explicar con palabras lo que presencié aquel día. Por ello, prefiero dejaros algunas imágenes:
Por último os dejo un vídeo bastante representativo de uno de los rituales que tienen lugar a orillas de Rio Vermelho:
CONSEJOS GREEN
Visitar el Farol da Barra mientras te comes un helado y observar la vida del día a día.
El barrio del Pelourinho es un esencial en vuestras 48 horas en Salvador de Bahia.
Pedir 3 deseos mientras atáis una cinta de colores en la Iglesia de Nuestro Señor de Bonfim.
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